Los juegos orientados al desarrollo emocional se han consolidado como herramientas clave para fortalecer la gestión emocional de los estudiantes y facilitar la resolución pacífica de conflictos. Durante el Congreso de Educadores Lúdicos, celebrado en conmemoración de los 10 años del Observatorio del Juego, se presentó la charla “Juegos para el desarrollo emocional: Escenarios y técnicas para la mediación en la resolución de conflictos en el aula”. Este espacio destacó cómo estas dinámicas contribuyen a crear entornos educativos que promuevan el bienestar emocional y una mediación más efectiva en el aula.
Dinámicas para el Desarrollo de la Inteligencia Emocional
Una de las dinámicas más destacadas en el congreso fue el uso de juegos dramáticos y de roles. Estas actividades permiten a los estudiantes representar situaciones conflictivas de manera segura, ayudándoles a comprender mejor sus emociones. Un ejemplo práctico fue la simulación de la pérdida de un fondo recaudado por la directiva del curso. Los participantes experimentaron emociones como tristeza, enojo y frustración, y tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre cómo manejar estas emociones de forma efectiva en un contexto real.
Este tipo de actividades no solo permite identificar las emociones, sino también gestionarlas. Por ejemplo, la emoción de sorpresa, que a menudo se considera neutral, se utiliza para explorar cómo las reacciones inesperadas pueden desencadenar respuestas emocionales. De esta manera, los juegos se convierten en una herramienta clave para el desarrollo emocional y el manejo de emociones intensas de manera controlada.
Proyección Emocional y Técnicas de Mediación
Otra técnica destacada fue el uso de imágenes inespecíficas, que permiten a los estudiantes proyectar sus pensamientos y emociones sin verbalizarlas. Este enfoque, que recuerda al test de Rorschach, fomenta la reflexión tanto individual como colectiva. Además, facilita la mediación de conflictos al permitir que los estudiantes expresen sus sentimientos de manera no confrontacional, lo cual es esencial para resolver disputas en el aula.
Como enfatizó Víctor, el facilitador de la charla, la confianza es clave para que los estudiantes se sientan seguros al explorar sus emociones. Crear un ambiente de confianza es fundamental, ya que sin este espacio seguro, la mediación de conflictos no puede llevarse a cabo de manera efectiva. Los juegos actúan como un catalizador para establecer esa confianza, lo que a su vez fortalece las habilidades de mediación y resolución de conflictos en los estudiantes.
Reflexiones para el Futuro de la Educación Emocional
Al concluir su intervención, Víctor Garrido el encargado de dar la charla junto a Daniel Barria compartió una reflexión profunda de Isabel Benavides, que resalta la importancia de crear un espacio de confianza:
“Ahí se crea un lazo de confianza en el que yo me expuse y tú no me agrediste, por lo tanto confío.”
Esta reflexión subraya la importancia de diseñar entornos donde los estudiantes puedan desarrollar no solo su conocimiento académico, sino también habilidades emocionales fundamentales para enfrentar los retos de la vida cotidiana.
Conclusión
El equipo de Observatorio del Juego, en la décima edición de su Congreso de Educadores Lúdicos, destaco que los juegos para el desarrollo emocional son herramientas fundamentales para mejorar la comprensión y regulación emocional de los estudiantes. A través de dinámicas de roles y situaciones hipotéticas, los estudiantes no solo aprenden a reconocer y gestionar sus emociones, sino que también desarrollan habilidades de mediación de conflictos. Este enfoque, que fomenta tanto la empatía como el autoconocimiento, permite a los educadores crear un ambiente de aula donde los estudiantes se sienten seguros, respetados y preparados para afrontar desafíos emocionales de manera equilibrada y constructiva.
Si quieres aprender más sobre cómo el juego puede transformar el proceso de enseñanza y fomentar la creatividad en el aula, te invitamos a ver nuestra charla en YouTube:
Cómo integrar el juego en la educación para promover el aprendizaje significativo